lunes, 4 de junio de 2012

El arte de rallar queso (con la maquinita)


El cese de ciertas preocupaciones puede presentarse ante tus ojos en una simple invitación a un amigo (que hace tiempo no ves) a concurrir un viernes a “Belle Epoque” (Facebook de por medio) .
Es tan fascinante y deslumbrador, como farsante y descarado el tema de comunicarnos por las redes sociales, esos medios que siempre digo, ¡me encantan! Por qué negarlo. Este capital tan detonador y peligroso como es el internet, que  devela desde la frecuencia telepática hasta el amor del secreto de uno mismo, las interferencias surgen a cada instante.
 Mas allá de todo lo que siempre destaco como fructífero, tengo que confesarlo, es mucho mejor la idea de que mi amiga se llegue a mi casa con la incertidumbre de saber que capaz no me encuentra. Por eso se me ocurrió la idea de contarles mi ingeniosidad (modestia aparte, claro) a todos aquellos que al igual que mi amigo y yo utilizan las redes para seguir construyendo lazos.
Y me remonto a no muy lejos de mi, y me cuestiono en la escala del 1 al “Estoy mas loca que una cabra” cuan loco es que este perdidamente enamorada de E.T. Que con mi primer sueldo quiera comprarme un tractor amarillo porque es la forma mas barata de tener un descapotable, al mejor estilo Zapato Veloz. Que sueñe con ser paquita de Xuxa, Que me ponga a pelear con una nena de seis años por un álbum de figuritas de las princesas de Disney, que ambicione  una moto de esas “choperas” que suelen presentarse ante nuestra vista piloteadas por gorditos pelilargos, todos tatuados. Entre muchísimas otras cosas. Y pensándolo mas que bien, nada de chiflado tienen estas cosas comparadas con lo que se me ocurrió un sábado a la tarde.
Rallando queso con una maquinita verde manzana, se me vino al mate la idea de comunicarnos a través de las misma, y por un momento me crei un queso y también lo vi a mi amigo asi, y me re copó la idea de comparar a la maquinita con una computadora y a las hebras con palabras y me autocompré la imagen en el mismo momento que me di cuenta la privacidad y autenticidad que tomarian nuestras vidas al utilizar un canal poco común y mas autentico, el cual podríamos manipular solo un grupo de personas, los que en cierta forma el hemisferios derecho nos ocupa casi toda la cabeza. 
Y bueno, básicamente esta es la genialidad exenta de redes sociales que no necesita energía eléctrica para funcionar, basta con buena vibra y sobra la comunicación..


Pero no preocupéis, siempre alguien innovador de mente ambiciosa aparecerá para seguir ultrajando lo nuestro con la simple excusa de facilitarlo todo.



¡ojo! Es un producto registrado…

Con la participación especial de geniol. 
Un agradecimiento particular a mi novio por permitirme utilizar su maquinita de rallar queso y ya que estamos el recordatorio de que el 21 de octubre es mi cumlple! ;) I <3 YOU











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