El cese de
ciertas preocupaciones puede presentarse ante tus ojos en una simple invitación
a un amigo (que hace tiempo no ves) a concurrir un viernes a “Belle Epoque” (Facebook
de por medio) .
Es tan
fascinante y deslumbrador, como farsante y descarado el tema de comunicarnos
por las redes sociales, esos medios que siempre digo, ¡me encantan! Por qué
negarlo. Este capital tan detonador y peligroso como es el internet, que devela desde la frecuencia telepática hasta
el amor del secreto de uno mismo, las interferencias surgen a cada instante.
Mas allá de todo lo que siempre destaco como
fructífero, tengo que confesarlo, es mucho mejor la idea de que mi amiga se
llegue a mi casa con la incertidumbre de saber que capaz no me encuentra. Por
eso se me ocurrió la idea de contarles mi ingeniosidad (modestia aparte, claro)
a todos aquellos que al igual que mi amigo y yo utilizan las redes para seguir
construyendo lazos.
Y me
remonto a no muy lejos de mi, y me cuestiono en la escala del 1 al “Estoy mas
loca que una cabra” cuan loco es que
este perdidamente enamorada de E.T. Que con mi primer sueldo quiera comprarme
un tractor amarillo porque es la forma mas barata de tener un descapotable, al
mejor estilo Zapato Veloz. Que sueñe con ser paquita de Xuxa, Que me ponga a
pelear con una nena de seis años por un álbum de figuritas de las princesas de
Disney, que ambicione una moto de esas
“choperas” que suelen presentarse ante nuestra vista piloteadas por gorditos
pelilargos, todos tatuados. Entre muchísimas
otras cosas. Y pensándolo mas que bien, nada de chiflado tienen estas cosas comparadas
con lo que se me ocurrió un sábado a la tarde.
Rallando
queso con una maquinita verde manzana, se me vino al mate la idea de
comunicarnos a través de las misma, y por un momento me crei un queso y también
lo vi a mi amigo asi, y me re copó la idea de comparar a la maquinita con una
computadora y a las hebras con palabras y me autocompré la imagen en el mismo
momento que me di cuenta la privacidad y autenticidad que tomarian nuestras
vidas al utilizar un canal poco común y mas autentico, el cual podríamos
manipular solo un grupo de personas, los que en cierta forma el hemisferios
derecho nos ocupa casi toda la cabeza.
Y bueno, básicamente esta es la
genialidad exenta de redes sociales que no necesita energía eléctrica para
funcionar, basta con buena vibra y sobra la comunicación..
Pero no
preocupéis, siempre alguien innovador de mente ambiciosa aparecerá para seguir
ultrajando lo nuestro con la simple excusa de facilitarlo todo.
¡ojo! Es un
producto registrado…
Con la participación especial de geniol.
Un agradecimiento particular a mi novio por permitirme utilizar su maquinita de rallar queso y ya que estamos el recordatorio de que el 21 de octubre es mi cumlple! ;) I <3 YOU