jueves, 13 de octubre de 2011

Errar es divino...

Aunque todo lo demás falle, siempre podemos asegurarnos la inmortalidad cometiendo algún error espectacular.
Y en eso me hicieron pensar hoy, nunca me había hecho esa pregunta: ¿Cual fue mi peor error?  ¿qué es eso que puede hacerme inmortal en lo que me rodea?
Reflexionando, concluí: Quizás el error mas grande que pude haber cometido fue perder la cordura y lo peor de todo  es que no tengo ni la mas puta idea donde la abandoné, es mas creo que la última vez que la "vi" yo estaba muy borracha y el efecto post alcohol es de amnesia total, por lo que no se en qué lugar puede encontrarse hoy y tampoco es que me importe demasiado, si no fuera porque aquí está la raíz del "problema", desde que la perdí, me abandonó, la dejé, me olvidó, he perdido ciertos modales y esto me pesa un poco, porque mis viejos me educaron mas que bien y a veces tengo la espantosa ocurrencia de faltar a sus enseñanzas, también parece que soy un poco terca y desde que mi papá me hizo creer que el rosa era un color femenino y maravilloso tomó gran importancia en mi vida y desde que soy una niña lo traslado a todo lo que pueda ser pintable, coloreable, ponible, etc. si, una desgracia.
Soy paciente y tranquila, estoy presa  de mi descontrolada y maniaca imaginación y a veces estas son facetas de mi con las que no me siento muy cómoda y lucho por cambiarlas, porque digamos que me hacen vivir en las nubes, buscándole un por qué a todo, evaluando lo positivo y lo negativo de cada circunstancia , condicionándome habitualmente.
Soy poco dramática, despreocupada, espontánea,  me gustaría pasarme la vida comiendo Milka Oreo y vivo evaluando la situación  ideal para dar un golpe de estado a las cosas de mi que no me gustan y cambiarlas inmediatamente, pero nunca se por donde empezar. Soy todo esto y mas, y tengo el antojo  de querer seguir  andando por la vida con una sonrisa. Me emborracho con facilidad y cuando lo hago hablo muchisimas pavadas, con frecuencia incluso ¡hago pavadas! y cuando salgo y no bebo... digo y actúo exactamente igual, así que es aquí donde me encuentro en una complicada y preocupante encrucijada.
 Sucesivas veces digo cosas que no quiero decir y la sensación  es sinceramente, una mierda. 
Nunca voy a entender por qué dejo todo para último momento, pero sin embargo ahora prefiero quedarme mirando el techo. 
Soy aventurera, vivo imaginado cada lugar al que quiero ir, pero no soy tan decidida como pienso, porque hasta el momento solo he realizado una ínfima  parte de todo mi plan mental.
Considero que soy la única persona que tropieza mil veces con la misma piedra, por creer en las benditas malditas oportunidades.
Vivo pensando en lo correcto y lo incorrecto y tal vez vivo presa de lo que está "bien"...
Y lo peor de todo, a lo mejor es que creo que me gusta haber cometido el error de perder la cordura, después de todo es lo que me va a hacer inmortal.
Soy errante por opción, por deber, por derecho, por amor y por boluda...



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