martes, 10 de enero de 2012

María Elena Walsh

A un año
Pasaban cosas cuando La tía Maria nos dejaba sacar todas las cosas de su modular para jugar dentro de él, a mi no me joden. Mas allá de los enigmas que escondía el mueble, el toque magnifico a la situación se lo daban unas canciones que siempre sonaban de fondo...
¡Que hermosos tiempos aquellos! cuando solo nos preocupábamos por aprender una estrofa nueva cada día y... ¡qué buena maestra fue la tía!
Así  conocí a María Elena Walsh, que al igual que su Juana fue en su paso un sustituto del cielo que no se encuentra en lo real de las  ciudades, solo nos pertenece a los que podemos ver la vida de una forma distinta cada día, sin dudas hasta la fecha sigue siendo  una ventana para ver más allá...

Quiero tiempo pero tiempo no apurado,
tiempo de jugar que es el mejor.
Por favor, me lo da suelto y no enjaulado
adentro de un despertador.
Quiero un río con catorce pececitos
y un jardín sin guardia y sin ladrón.
También quiero para cuando este solito
un poco de conversación.
Quiero cuentos, historietas y novelas
pero no las que andan a botón.
Yo las quiero de la mano de una abuela
que me las lea en camisón.
Quiero todo lo que guardan los espejos
y una flor adentro de un raviol
y también una galera con conejos
y una pelota que haga gol.

Estas en los actos de los que queremos seguir siendo niños en algún rincón de nuestro corazón,  "por  la profunda convicción de igualdad de géneros, por la enorme libertad, por el incentivo a  la inocencia, por no descansar en la lucha por los sueños, por reaccionar a las muchas cadenas que nos atan."
"Ojalá seamos capaces de engendrar mas hombres y mujeres como ella"



Hoy, hermana, me encuentro en la obligación de decirte, que procuro saber de que se trata, y que desde mi humilde posición  intento día a día  mejorar  un sistema que se cae de podrido, en mi doble calidad de víctima y de cómplice.

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