sábado, 17 de diciembre de 2011

Chipote chillón

Mil veces intenté empezar a escribir esto y el poder de mis lagrimas que nublaban mi vista y manchaban mi teclado me hacían desistir, convenciéndome de que nunca iba a poder escribirte nada, porque es tanto lo que guardo y quiero expresar que no me alcanzarían los días para terminar  un post, excusas que yo misma validaba para seguir guardándome lo que mi alma necesita sacar a la luz. Porque este espacio es mi cable a tierra, mi visita al psicólogo, el encuentro con mi excentricidad, la puesta en común de mi alma, la verdad oculta de mi luz…
Y aca estoy, con los ojos nublados de recuerdos, intentando sacar de mi, lo mejor de nuestras vidas. Miro y allá a lo lejos veo el rincón de casa, donde está el hogar y ahí estamos los cuatro sentados jugando al ahorcado, comiendo huevitos Kinder, matándonos de risa, cantando alguna canción de María Elena y  aún ahora puedo ver reflejado el cielo en sus miradas, puedo escucharnos reir como el día en que a dos metros de distancia le embocaste  la gelatina en la boca a papá, a él que tanto la detesta y que solo quería ahorrarte el trabajo de convencer a “terremoto” de que coma. ¡Cuánto nos reímos esa tarde!
Entonces me doy vuelta, y miro hacia la ventana y veo todo el jardín lleno de flores, como a vos te gustaba y me veo a los diez años , creo que es navidad, porque recién salgo de la pile y hay un vestido blanco con un cuello grandote planchadito e impecable sobre la cama, me voy a bañar y me vas a ayudar a ponérmelo  para que no le nazca ni una sola arruga, después con tu manitos flacuchas y delicadas vas peinar mi pelo lacio, que tanto elogiabas y seguro que voy a terminar con moño rosa en la cabeza, me voy a ir corriendo y cuando esté casi llegando a la puerta, me vas a gritar: –Pipi,¡ vení que no te perfumé!- voy a volver corriendo, me vas a poner perfume, me vas a dar un beso y con una enorme sonrisa vas a decir: - Ahora si, anda a jugar, pero no te ensucies-
Cierro la ventana y me doy cuenta de que ya pasaron unos cuantos años , que  todo cambió, pero aun así, a veces  me levanto despeinada y  vos mami con tus manitos acaricias mi pelo hasta dejarlo acomodadito  y cada vez que salgo corriendo escucho tu “Pipi” a lo lejos que me hace volver al inicio y repensar lo que estoy por hacer y así de esta manera tomar las decisiones correctas.
   Si alguno de ustedes la ve antes que yo, díganle que desde que se fue, no pasa ni un solo minuto sin que la extrañe y que cada vez que voy a casa el jardín y mi vestidito blanco me preguntan por ella…
Ya está,  ahora me digo a mi misma que tengo que dejar de ser tan a estúpidamente maricona,  o por lo menos no dejar que esto impida mi encuentro expresivo con vos…
Con expresivo me refiero a escribirte,  esta forma que a las dos siempre tanto nos gustó…
Ah! Me olvidaba, ¿saben que estaría bueno que hagamos cuando volvamos a vernos?  Irnos los cuatro juntos de vacaciones   y jugar al “chipote chillón” mientras nos desmayamos de la risa…

3 comentarios:

  1. Waw! Leía y viajé con vos al jardín, jugué al ahorcado y te vi con el vestido blanco. Cuánta emoción en cada una de las palabras que pensaste o, más que pensaste, que sentiste y dejaste escurrir por el teclado. Creo que los grandes escritores son los que no tienen filtros de pensamiento entre lo que sienten y lo que escriben, que expulsan su verdad desde lo más íntimo de su corazón. Y vos, con este post, lo hiciste de una forma tremendamente movilizadora. Gracias por compartirlo!

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  2. Soy Danilo, te comenté desde el perfil de la Cátedra de la facu! ;)

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  3. Gracias dani!!! puedo sentirme por bien retribuida si te paso todo eso cuando leias!!! jeje... comparto lo mismo con respecto a los que escriben,y mi arte lo dejo todo en las manos de las personas que lo hacen suyo. Yo escribo en forma amateur y es fantastico recibir las criticas tan constructivas que me dejan dia a dia los que leen, como vos en este caso... Es importantisimo para mi! gracias de nuevooo!

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